WATCH DOGS: UNA CIUDAD HIPERREALISTA
BEYOND TWO SOULS: KARA, TECNOLOGÍA FUTURISTA
Es un hecho que los videojuegos están evolucionando a velocidad de vértigo conforme se suceden los años. Lejos quedan aquellos días en los que las primeras videoconsolas con miles de cables y una complejidad cuestionable dominaban el mercado, y las multinacionales no habían desarrollado ni el cinco por ciento de todo su potencial gráfico. La era informática ha convertido el entretenimiento en una fuente constante de innovación, progreso y, en muchos casos, dependencia de esas máquinas que reproducen caracteres manejables desde un mando y que te pueden sacar una sonrisa boba que se mantiene a lo largo de horas y horas de tu vida.
También es un hecho que el mercado de los videojuegos maneja cerca de un cincuenta por ciento de todo el material de diversión del planeta. No es de extrañar que la competitividad y la necesidad de imperar en la industria digital lleve a las empresas a superarse y a sacar algo más que otro pequeño artilugio para contentar a las masas. Y esto ha tenido su auge desde hace unos cuantos años, cuando la nintendo DS y la PSP antigua se disputaban el dominio de las portátiles, Nintendo vs. Sony. Como en la Guerra Fría, surgían conflictos no resueltos y que permitían a una de las dos anteponerse a la otra. Desde aquel momento han ido apareciendo nuevas tecnologías que han perfeccionado las videoconsolas en esta permanente lucha por el monopolio internacional.
Señoras, señores, no solo las empresas pugnan por conquistar el mundo. En este caso Quantic Dream (creadora de Fahrenheit y Heavy Rain) mantiene un intercambio de miradas con Ubisoft (Assassin's Creed, Prince of Persia, Far Cry, etc.), ambas de descendencia francesa, por el dominio mundial. Me sorprendí gratamente al ver varios vídeos en el E3 de este año donde se presentaban ambos videojuegos y, no cabe la menor duda, son joyas que brillan con luz propia sobre cualquier otra estrella en la factoría de sueños. El nivel de detalle se encuentra un nivel por encima del resto, y son dos muestras palpables de lo que nos depara el futuro. Captura de gestos faciales y de movimiento más avanzados que en la actualidad, reconstrucción de ciudades enteras mediante cámaras especializadas...Cada día se invierte más y más en este mundo de los videojuegos, por el afán de ser eterno a través de los siglos y que se siga reconociendo la obra de los creadores. ¿Cuál es el siguiente destino? ¿Qué lograrán los videojuegos cuando parece que ya han tocado techo? Nadie se lo puede imaginar, y quizá en eso radica la felicidad de los jugones, vivir el presente y disfrutar de lo que el futuro nos regala, paso a paso, conforme llega.
